Aceptar tu límite no es rendirse, es cuidarte

Vivimos en una cultura que glorifica el esfuerzo sin pausa. Pero hay un punto en que seguir forzando no te hace fuerte, te hace daño.

Reconocer que llegaste a un límite no significa que fallaste. Significa que estás escuchándote, que estás dejando de exigirte más de lo que podés dar.

El valor de parar a tiempo

  • Tu salud mental vale más que una lista de tareas cumplida.
  • Tu cuerpo no es infinito: se desgasta si no lo cuidás.
  • Respetar tus tiempos es una forma de amor propio.

Soltar a tiempo también es una victoria. Es elegirte, incluso cuando el mundo te pide más.

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