Lo que no está anotado, no existe
¿Cuántas veces confiaste en tu memoria… y después te olvidaste? Cuando todo se acumula, anotar es liberar la mente.
La cabeza no está hecha para almacenar listas eternas. Está hecha para pensar, decidir, imaginar. La organización empieza por sacar el ruido de adentro y ponerlo afuera.
¿Dónde anotar?
- En un cuaderno que te guste.
- En una app simple como Google Keep o Notas.
- En una pizarra o papel a la vista.
No importa el formato. Lo importante es que sea accesible, cómodo y confiable.
Cuando anotás lo pendiente, tu mente descansa. Ya no tenés que recordarlo: ya está en algún lado.
No es ser obsesivo. Es darte una herramienta para que el caos no te abrume.



Comentarios
Publicar un comentario