Aprendé a decir que no sin sentir culpa
Decir que no es una forma de proteger tu energía. No podés estar en todo, hacer todo, resolver todo. Y no está mal.
Decir que no no te hace egoísta. Te hace consciente de tus límites. Te da espacio para decir que sí a lo que realmente importa.
Decir que no también es autocuidado
- No te expliques de más: un “no puedo” es suficiente.
- Tu tiempo no es menos valioso que el de los demás.
- Aprender a poner límites es crecer.
Cuidar tu energía también implica elegir con quién, cómo y cuándo la compartís. Empezá a elegirte más seguido.



Comentarios
Publicar un comentario