Cómo saber si estás quemado (aunque estés "cumpliendo")

El burnout no siempre se nota desde afuera. Muchas personas siguen “cumpliendo” con sus responsabilidades incluso cuando están totalmente agotadas por dentro. La imagen de la persona quemada no es siempre la de alguien colapsado: a veces es la del que sonríe, entrega a tiempo… y se siente vacío.

Este agotamiento profundo no es solo físico. Es una desconexión emocional, una pérdida de sentido, una fatiga que no se va con una siesta ni con vacaciones.

¿Cómo saber si estás atravesando un burnout encubierto?

  • Te sentís apático o indiferente ante tu trabajo o tareas cotidianas.
  • Tenés la sensación de estar atrapado en una rueda que nunca se detiene.
  • Tu nivel de irritabilidad es más alto de lo habitual, incluso con pequeñas cosas.
  • Dormís pero no descansás.
  • Te cuesta disfrutar o entusiasmarte con algo nuevo.
  • Empezás a tener síntomas físicos persistentes: dolores, contracturas, malestares.

¿Por qué seguimos "cumpliendo" cuando estamos agotados?

Porque hemos aprendido a funcionar en modo automático, a priorizar las expectativas ajenas por sobre nuestro bienestar. A veces, el miedo al juicio o la culpa por frenar nos empujan a seguir, incluso cuando el cuerpo y la mente piden pausa.

¿Qué podés hacer si te sentís así?

  • Permitirte validar tu cansancio sin culpas.
  • Buscar espacios donde puedas hablarlo y sentirte comprendido.
  • Revisar tus ritmos, tus exigencias y lo que realmente necesitás ahora.

No estás fallando. Estás necesitando reparar. Reconocer el burnout aunque estés “cumpliendo” es un acto de valentía y amor propio.

No hace falta llegar al límite para empezar a vivir distinto. Estás a tiempo.

Comentarios

Entradas populares