Por qué hacer pausas es una forma de avanzar
En una cultura que glorifica la velocidad y el rendimiento constante, frenar puede parecer perder el tiempo. Pero en realidad, hacer pausas es lo que permite que el avance tenga sentido, dirección y sostenibilidad.
Las pausas no son un lujo. Son una necesidad fisiológica, mental y emocional. Son el momento en que integrás, observás y reconectás con lo que hacés… y con vos.
¿Qué lográs al hacer pausas reales?
- Evitás el agotamiento acumulado.
- Mejorás tu concentración cuando volvés a la tarea.
- Detectás si vas en automático o con intención.
- Podés corregir el rumbo si te estás alejando de lo importante.
Tipos de pausas que podés incorporar hoy mismo:
- Pausa física: levantar la vista, moverse, respirar profundo.
- Pausa mental: dejar de consumir información durante unos minutos.
- Pausa emocional: registrar cómo estás, sin juzgarte.
- Pausa consciente: detenerte a observar lo que te rodea y volver al presente.
No hace falta parar por horas. A veces, un par de minutos bien vividos alcanzan para restaurar el foco y el ánimo.
Hacer pausas no te aleja de tus objetivos. Te cuida para que llegues a ellos sin romperte en el camino.



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