Orden no es rigidez, es claridad

Muchas veces se confunde el orden con una obsesión por el control. Pero el verdadero orden no asfixia, libera.

Ordenar no es llenarte de reglas, sino crear un entorno donde sepas qué hacer, cuándo y cómo. Es una forma de cuidar tu energía.

¿Cómo empezar a ordenar sin agobiarte?

• Elegí una sola categoría: por ejemplo, tu bandeja de entrada o tu escritorio.
• Fijate qué no usás y podés descartar.
• Establecé un sistema simple para mantenerlo (una carpeta, una caja, un horario).

El objetivo no es que todo esté perfecto, sino que puedas ver con claridad lo importante.

Cuando sabés dónde están tus cosas, tus pendientes o tus ideas, ganás tiempo y perdés menos energía.