Organizarte no es ser productivo, es ser amable con tu tiempo
Nos enseñaron que organizarnos es para rendir más, hacer más, lograr más. Pero también podés organizarte para estar mejor, no solo para producir.
¿Y si el orden fuera una forma de respeto hacia tu tiempo y tu energía? ¿Y si fuera un modo de cuidarte, no exigirte?
Reorganizá con propósito:
- Hacé espacio en tu agenda para descansar, no solo para tareas.
- Revisá si lo que hacés te sirve o solo te llena de ruido.
- Priorizá lo que te alivia, no solo lo urgente.
Organizarte desde la amabilidad cambia el juego. Te permite recuperar el control sin perderte en la exigencia.
Y sí, tal vez hagas menos… pero vas a vivirlo mejor.



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